Lo podemos tomar a la gallega, a la brasa o guisado por ejemplo. El pulpo es uno de los productos del mar más valioso, sobre todo en la gastronomía española. Es de gran valor nutritivo y tiene una carne de muy buena calidad. Nos aporta una cantidad grande de proteínas y de muy buena calidad, a la vez que un bajo contenido en grasas, esto explica su escaso contenido calórico, por lo que lo hace un explica la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Lo bueno de este producto es que podemos encontrarlo en el mercado todo el año, pero su mejor momento es entre septiembre y abril, ya que son los meses de reproducción cuando el pulpo se acerca a la costa.
Pero… ¿Qué nos aporta exactamente el pulpo?
– Selenio
– Yodo
– Fósforo
– Calcio
– Sodio
– Zinc
– Magnesio
– Vitaminas del grupo B
– Tiamina
– Vitamina A
– Vitamina E
¿Dónde está el truco y cómo debemos cocinar el pulpo?
Parece fácil, pero a cuantos nos ha pasado, que se nos queda duro o chicloso. Los mejores cocineros de pulpo siempre dicen el mismo truco y será verdad, vamos a hacerles caso. El truco para evitarlo es que hay que congelar el pulpo durante dos o tres días para que el frío rompa sus fibras, sin que por ello pierda sus propiedades ni su sabor. Si no hay tiempo para dejar el pulpo en el congelador, la mejor forma de romper sus fibras es golpearlo y así también se ablandará (si no tenemos más remedio). Pero el truco TOP es el primero, congelarlo previamente.
* A diferencia del calamar o de la sepia el pulpo no tiene pluma y se puede comer todo: tanto el cuerpo como sus ocho tentáculos. Solo deberemos recordar limpiarlo bien antes de manipularlo, bajo el chorro de agua y dándole la vuelta.
Hervido, a la brasa, en el horno o guisado, la cocción del pulpo depende de su tamaño, aunque suele ser oscilar desde los 20 minutos hasta la hora.
Podéis encontrar PULPO en varios formatos, en nuestros catálogos:

